vivir de siete a ocho

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...Un hombre tiene que levantarse a las ocho. Por una de esas, se despierta a las siete. Intenta domirse pero claro, como tiene sólo una hora para volver a conciliar el sueño, no puede. Esta todo el tiempo pensando que va a sonar el despertador, revisa con la mente el itinerario de acciones que tiene por delante hasta cerrar el picaporte de su casa e irse. Y ese pensar constante no lo deja disfrutar, o sea dormir. Empieza a desear que por fin se hagan las ocho.
...Resulta que por una de esas, las ocho no llegan nunca, y nuestro hombre cae en la cuenta, muchísimo después, de que se ha pasado toda la vida en duermevela.

1 comentario:

  1. Es cierto!
    A veces , demasiado tarde, descubrimos que hemos pasado en " duermevela" gran parte de la vida.
    Inútilmente.
    Sin sentido.
    Y pendientes del reloj!
    Muy bueno!!

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